lunes, 13 de agosto de 2012

Jóvenes, son tan jóvenes.

A lo largo de la tarde noche del domingo pasado se celebró en la Plaza de los Cangrejos el Día de la Juventud. En este emplazamiento se colocaron diversos mostradores en los que se mostraban algunos de los talleres que se han desarrollado desde la Concejalía de Juventud y partir de las 22h por el escenario fueron pasando distintos espectáculos interpretados por gente joven. Como conductor del acto pudimos disfrutar nuevamente del desparpajo de Christian David Callejón, cuyo guión sólo tenía el nombre de los participantes y resolvió la papeleta de manera muy divertida, arrancando sonrisas y risas entre los asistentes. Señalar que en las primeras filas de asientos no eran precisamente los más jóvenes los interesados por presenciar la velada artística.






Comenzaron las actuaciones forma rompedora con una suerte de representación teatral de la famosa secuencia de Reservoir Dogs protagonizada por Mr Blonde, un policía y su oreja. Esta performance corrió a cargo de Eli Ortega y Blanca Pomar con la colaboración de Isaac Ortega. Algunos espectadores de las primeras filas se quedaron con la mandíbula desencajada, no se encontraron precisamente con la amabilidad de un coro rociero. Pero según me comentaron las propias actrices buscaban epatar y lo lograron.


Debido al líquido que se roció en el suelo del escenario se alteró un poco el orden de actuaciones y Ángela Márquez desplegó arte flamenco con dos coreografías en solitario.


El exotismo vino de la mano de Jessiba con su danza del vientre.


Dicen que la juventud es temeraria y aventurera y estos términos se podían adjudicar a algunas de las actuaciones vistas anoche, como por ejemplo la de Iván, que bailó al modo funky.


La salsa como baile tiene cierto predicamento en parte de la juventud local a través de distintos talleres que se organizan, uno de ellos el realizado por Miguel Ángel Losada, cuyo grupo de alumnos hizo una demostración.


La música en directo tuvo su primera representación con la guitarra y voz de Pichi, que interpretó diversas versiones para ser acompañado posteriormente por la poderosa voz de Eryka Vinilo, que cantaron conjuntamente clásicos del rock y el soul.


El baile tuvo de nuevo protagonismo con el grupo de baile de Sara y Ana María, que le echó ritmo al asunto con la modalidad de danza funky.


Para cerrar la velada le llegaba el turno a los grupos de pop-rock. El primero de ellos, Unsuspected que en esta ocasión se presentó en formato de dúo, bases y baterías programadas, pero a los que se les ve con más garra y empaque que conciertos anteriores, se nota que van adquiriendo seguridad en el directo, oscilando entre los sonidos atmosféricos del shoegazing, los ritmos del tecno pop y la distorsión del indie.


Tirando de hard rock más clásico, se presentaron los Dover Pigs, un cruce de músicos de las desaparecidas bandas Locura Precoz y Organized Confusion, con Manu como vocalista, con un tono mucho más duro que el demostrado en su anterior banda. Lástima que el sonido no fuera todo lo bueno que uno deseara, con molestos acoples y la guitarra solista tapando todos los demás instrumentos. Suenan sucios y descarnados y más aguerridos que en proyectos musicales precedentes.


Cerró el día, ya con muchísimo menos público, los Morrallers (supongo que se escribirá así), otra especie de híbrido de bandas nerjeñas que realizan versiones del rock español (las dos anteriores cantan en la lengua de Shakespeare. Canciones de Extremoduro, Rosendo, Barricada, Los Suaves, entre otros, temas.



Y así concluyó el Día de la Juventud, día también del adiós olímpico en cuya ceremonia de clausura actuaban unos veteranísimos The Who recordando uno de sus gloriosos himnos, My generation.

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